Circe. Barcelona (2003). 453 págs. 24 €. Traducción: Gian Catelli.
La obra narra, a lo largo del último cuarto del siglo XX, la amistad de un pintor de vanguardia, progresivamente elogiado y cotizado, y de un profesor de historia del arte. Ambos viven en el mismo edificio, están casados y tienen un hijo cada uno, de edades muy similares. La acción, localizada en Nueva York, describe la trayectoria personal y profesional de estos dos personajes y sus respectivas mujeres, y la problemática figura del hijo adolescente del pintor, representante de la nueva generación.
Hustvedt centra el planteamiento argumental en el estudio psicológico de los protagonistas y en la evolución de la sociedad de EE.UU. en estos años y su reflejo en el arte.
Con estos elementos, Todo cuanto amé resulta intelectualmente densa y compleja, aunque técnicamente queda muy bien resuelta. El estilo está construido con sencillez, las situaciones trazadas de modo realista y nítido, y la ambientación utilizada con criterios funcionales. Sin embargo, es evidente que la autora no pretende distraer al lector, sino hacerle reflexionar acerca de un proceso social, cultural y moral que, con una cierta perspectiva temporal, parece haber dado resultados poco positivos.
La liberación sexual, el divorcio, la droga, el abandono de las creencias religiosas y todo lo que caracterizó a la juventud de la década de 1970 conduce, en esta obra, a una pérdida progresiva de afectos, amores y convicciones, para llegar al desencanto y la soledad tras una época de sueños e ilusiones ilimitadas. El contenido de este análisis no pretende extraer conclusiones definidas, que dependerán de los criterios de cada cual, sino testimoniar lo ocurrido en términos de notable calidad literaria y con una moderada crudeza formal.
Pilar de Cecilia