Espasa Calpe. Madrid (2003). 193 págs. 13 €. Traducción: Julio Gómez de la Serna.
Paul Morand (1888-1976) fue un diplomático francés viajero y culto, académico, escritor de poesía, novela y libros de viaje, estos últimos, quizá, lo más célebre de su producción. Dedicó tres trabajos a ciudades de la entidad de Venecia, París y Nueva York. Nueva York (1929) es recuperado ahora en la colección Relecturas.
El libro resulta una aproximación completa a tantos elementos como integran el estilo de una ciudad, en el que confluyen factores históricos, sociológicos, urbanísticos, culturales y económicos entre otros. Aunque ha pasado mucho tiempo, el libro es vigente en un alto porcentaje, pues perduran todos los elementos que configuran la solidez de esa ciudad y la fuerza de su pueblo. Morand pasea su admiración por Nueva York y de pronto reflexiona sobre el papel de los judíos en la ciudad, o sobre la delincuencia, o sobre los puentes o sobre la Bolsa. Se trata de un libro honesto y sincero, donde se nota familiaridad con la historia y la literatura. Hay un persistente toque refinado y excéntrico que se advierte en los temas que Morand elige y en el modo de abordarlos. Es evidente la mayor solvencia del autor en todo lo relativo a las costumbres de las clases altas, y es cuando habla con más naturalidad y frescura. Interesante el análisis con el que relaciona el protestantismo con la fuerte impronta comercial de la ciudad.
Javier Cercas Rueda