Herder. Madrid (2003). 189 págs. 12 €. Traducción: María Elena Barro Rodríguez.
Tras este título tan llamativo se encuentra un sacerdote y físico, colaborador de diversos medios, el New York Times y la cadena PBS entre otros. Lorenzo Albacete escribe y habla de ciencia, sexo, política y religión de un modo amable, divertido e inteligente, quizás como una versión moderna de Chesterton. Lejos del tono apologético que sobra en los medios -que no son un púlpito, sino el ágora de hoy-, este puertorriqueño se sirve de lo nimio y de lo serio para recordarnos lo sagrado a creyentes y no creyentes, quienes, a fin de cuentas, nos podemos hacer las mismas preguntas.
El humor tiene mucho que ver con la religión y con la ciencia, la fe es un don que no ahorra sinsabores ni ofrece explicaciones simplistas y la moral no es moralismo. Aunque el modo de hablar y explicarse de Albacete y algunas de sus experiencias se entiendan mejor en el contexto estadounidense, este texto es un excelente regalo para quienes no quieren edulcoradas versiones de la fe y les gusta el debate intelectual. Sin embargo, es casi seguro que el autor donde mejor se mueve es en la conversación cara a cara, por lo que el libro a veces se queda corto por su propio formato.
Aurora Pimentel