Alfaguara. Madrid (2003). 224 págs., 8,95 € cada volumen. Traducción: Atalaire.
A la hora de seleccionar los mejores relatos de aventuras fantásticas destinados a lectores de iguales edades que los fans de Harry Potter, es inevitable recordar dos series de gran éxito en su momento y que, sin alardes publicitarios, han tenido siempre una legión de lectores fieles. Una la forman los siete libros de las Crónicas de Narnia, que C.S. Lewis escribió a principios de los años cincuenta. Otra es la compuesta por los cinco libros de las Crónicas de Prydain, del norteamericano Lloyd Alexander, escritas a mediados de los sesenta.
Estas últimas, que hace tiempo habían sido publicadas en España por Martínez Roca, vuelven al mercado ahora de la mano de Alfaguara. De momento han salido los dos primeros títulos: El libro de los Tres y El caldero mágico. Y, si la editorial no actúa igual que con las Crónicas de Narnia, de la que asombrosamente retiene descatalogados casi todos los libros, es de suponer que más adelante lleguen a las librerías El Castillo de Llyr, Taran el vagabundo y El Gran Rey. Estos cinco libros componen una saga de literatura fantástica inspirada en relatos mitológicos célticos y germánicos, con el infrecuente mérito de que la calidad y el interés del lector aumentan a lo largo de las novelas.
El autor es un excelente y bienhumorado narrador que tiene una sobresaliente habilidad para caracterizar a sus personajes. En todo momento exalta el valor, la alegría en las dificultades, la lealtad en la amistad, y paso a paso describe la maduración de Taran, un joven porquerizo que aprende a ser héroe cuando gana prudencia y logra no dejarse llevar impulsivamente por los dictados del corazón.
Hay que aplaudir la iniciativa de Alfaguara y esperar que se les ocurra también volver a ofrecer al público las Crónicas de Narnia.
Luis Daniel González