Arguval. Málaga (2002). 160 págs. 3,75 €.
Muchos recetarios de autoayuda parecen cifrar el equilibrio y la felicidad en el correcto ajuste de la autoestima, parámetro recientemente descubierto o de moda. Ofrecen simples técnicas de psicoterapia con la pretensión de que valen por igual, cualesquiera sean los valores que uno sostenga y aplique.
El Dr. Álvarez Romero no ha escrito un libro de esa clase. Es especialista experimentado en medicina psicosomática; conoce, pues, los factores orgánicos relacionados con los problemas de personalidad, y la necesidad, frecuente, de recurrir a los fármacos, sin los que la terapia sería autosugestión o voluntarismo. Además, orienta al paciente para que sepa ir al fondo. Junto con el temperamento y el carácter, nuestra vida es llevada por otro motor que no está en nuestras manos, y la situación es muy distinta según creamos que es el azar o la providencia divina. El doctor no se mete entonces a sacerdote, pero honestamente brinda su aportación, que es la propia de un médico cristiano. Y, por cristiano y por médico, advierte que no todo en la vida es autoestima: no menos necesitamos «heteroestima», o sea, aprender a dar y recibir amor. El mensaje va sembrado de anécdotas: casos -personas- en los que es fácil verse o reconocer a otros. Estas historias no son meros adornos, pues es imperativo en medicina- la ciencia clínica se basa en la experiencia. Y el lector ve en ellas que el libro no ofrece promesas de curandero, sino esperanza con fundamento.
Rafael Serrano