Alba. Barcelona (1999). 663 págs. 3.000 ptas. Traductor: José Manuel de Prada.
Como casi toda la literatura de Herman Melville (Nueva York, 1819-1891), Chaqueta Blanca (1950) aprovecha la experiencia juvenil del autor de Moby Dick como marino en mercantes y balleneros. Esta vez vierte sus conocimientos en un buque de la Armada de los Estados Unidos.
La intención inicial del autor es describir muchos aspectos relacionados con la vida en un barco de guerra: las técnicas de navegación, los distintos oficios y cargos, las diferentes relaciones que se establecen entre los quinientos hombres que componen su dotación y, en especial, la dureza e irracionalidades de la disciplina y la legislación militar.
Pero no hay que olvidar que Melville es por encima de todo un humanista y sus conocimientos e intereses no sólo se dirigen al mundo náutico. La historia, la literatura clásica y contemporánea, la filosofía, la legislación militar, la religión…, llenan de citas, anécdotas, comentarios y contrapuntos sus observaciones sobre la vida en alta mar. En este sentido, el escritor neoyorquino carga la mano con digresiones, descripciones y expansiones líricas que, aunque llenas de humor y de ironía, quitan ritmo a la narración.
A pesar de tal profusión de temas y motivos, Herman Melville refleja con la honestidad y profundidad de un clásico las grandezas y miserias del alma humana. Las valora desde un punto de vista sinceramente cristiano, aunque su condición de protestante de raíz anglosajona le lleve a juzgar con cierta dureza el mundo hispánico o católico.
Juan Emilio Estil·les Farré