Este primer libro de relatos de Carlos Villar (1966), poeta, profesor de la Universidad de La Rioja, constituye una magnífica sorpresa. Trece narraciones «para insomnes», dice el subtítulo, resume el tono del libro, ameno, irónico sin estridencias, original y sugerente, aunque se trate de historias que se pueden calificar de cotidianas.
Trece relatos ambientados casi todos en ciudades de provincias en la época actual. El autor sabe contar historias, atraer y sorprender al lector, jugar hábilmente con el lenguaje: usos populares, juegos de palabras, ironía, en un trasfondo de comprensión y de afecto hacia los protagonistas de las narraciones, con sus miserias y sus virtudes, sus penas y sus alegrías. Carlos Villar critica con humor algunos tópicos y usos de la sociedad contemporánea, pero sin acritud ni derrotismo. Hay que elogiar también la buena edición del libro, con ilustraciones de A.V. Grela.