Anagrama. Barcelona (1994). 86 págs. 975 ptas. Edición original: Suhrkamp, Francfort, (1993).
Breve ensayo sobre la proliferación de guerras civiles en el mundo menos desarrollado, y el crecimiento de la violencia en naciones y ciudades a la vanguardia de la civilización.
El fenómeno resulta más acusado con el final de la guerra fría, tras la caída del Muro y el desplome de la URSS, cuando las grandes potencias no azuzan ya los conflictos, y disminuye la exportación de armamentos (el 0,006% del comercio mundial). Las contiendas civiles o urbanas se desligan de ideologías, y no se explican por razones de clase. Pero crece la marginación cultural y social en los países desarrollados: barrios segregados en los que ni la policía se atreve a entrar y, no lejos, urbanizaciones amuralladas prisioneras de su seguridad.
La violencia es autista y gratuita, prevalentemente joven -aunque actúa tendencias autodestructoras latentes en los adultos-, y se ceba con los desvalidos e indefensos, incapaz de dar razón de su conducta: «Cualquier diferencia se convierte así en un riesgo mortal», dice Enzensberger. Y, en fin, la cultura del odio incluye el culto a la violencia, con sus oficios diarios de matanzas, para entretenimiento audiovisual de las masas.
Se comprende la difusión de sentimientos de impotencia, ante la incapacidad de las grandes organizaciones internacionales, o de las políticas de seguridad interior dentro de los países. Enzensberger desconfía de retóricas o soluciones globales. Se limita a proponer que cada uno opte por una prioridad: la posibilidad más inmediata que tenga de contribuir efectivamente a la paz. Como Sísifo -así termina el libro-, «obligado a llevar una piedra peñas arriba, una y otra vez. Esta piedra es la paz»..
Salvador Bernal