Destino. Barcelona (1993). 311 págs. 2.400 ptas.
La dilatada obra literaria de Ana María Matute (Barcelona, 1926) la ha hecho acreedora de un merecido palmarés: premios Café Gijón (1952), Planeta (1954), de la Crítica (1958), Nacional de Literatura (1958), Nadal (1959) y el Premio Internacional Andersen de literatura infantil.
La génesis de Luciérnagas responde a unas circunstancias coyunturales: escrita a sus 21 años, fue objeto de la censura de postguerra. Salió a la luz en 1955 con el título de En esta tierra. La autora, insatisfecha con esa edición, ha revisado el texto y ha recuperado aquellos aspectos que permiten descubrir mejor la fuente de inspiración originaria.
En Luciérnagas, Ana María Matute vuelve al escenario de su niñez, a su ciudad natal, asolada por los bombardeos, los asaltos y la destrucción. Con un realismo tajante, pero también con la suficiente dosis de distanciamiento para no identificarse del todo con el conflicto, describe la injusticia social, origen del mal y de la violencia, con una determinación radical. Por las Ramblas deambulan unos adolescentes desconcertados, sea cual sea su posición social: una muchacha de la burguesía catalana y unos obreros que militan en las Juventudes Socialistas. El hecho de tener que compartir la vivienda con otros refugiados y la dura experiencia del hambre propician entre ellos una especial camaradería, e incluso una afectiva relación sentimental.
Lentamente, la autora desgrana el drama personal de cada uno de los protagonistas, con sus emociones, sufrimientos y frustraciones. La obra es un prodigio de sensibilidad e intuición que demuestra, una vez más, la maestría indiscutible de esta autora. A estas alturas se ve con claridad que Ana María Matute asumió con valentía un compromiso de denuncia que puede resultar un tanto pesimista o melancólico, pero exento de venganza o amargura.
Asun Donazar