Planeta. Barcelona (1995). 292 págs. 2.000 ptas.
El oscuro negocio de las mafias de traficantes de niños, que compran barato en países pobres y venden caro en los más ricos, da pie a esta novela, que ha quedado finalista en el premio Planeta 1995.
La obra desarrolla en un plano argumental paralelo dos historias semejantes, situadas en Cuzco y Bucarest. Los protagonistas son dos españoles, un restaurador artístico y un periodista que, uno de modo accidental y otro deliberadamente, entran en contacto con este siniestro y lucrativo comercio.
La elección del tema ha sido hábil por su capacidad de atraer al gran público, al que la obra va dirigida. Por otro lado, la acción es ágil y variada, con una cierta intriga y referencias sobre arte, literatura, paisajes, costumbres, etc., que animan lo que, sin ello, sería una crónica más de degradación social y corrupción política. Los personajes, bastante permisivos en su forma de ser, no se comprometen en la lucha contra algo que no les afecta personalmente.
En realidad, la obra está formada por dos relatos, semejantes en temática y estilo pero independientes entre sí. Esto hace que le falte cohesión interna y profundidad en la elaboración de personajes y situaciones, pero no impide que resulte entretenida para lectores poco exigentes a los que no importen tampoco los abundantes términos malsonantes que empobrecen el estilo.
Pilar de Cecilia