Muchnik. Barcelona (1994). 230 págs. 2.000 ptas.
Hay de todo en las narraciones sobre los indios norteamericanos: unos autores se apoyan en la venerada tradición; otros subrayan el contraste entre su pasado -hoy visto como mágico y poético- y el desnaturalizado presente; algunos mitifican los ideales de los indios como solución para el realismo materialista del presente. También hay escritores como Sherman Alexie que intentan escribir sobre lo que significa ser indio al filo del siglo XXI.
Alexie escribe sobre un mundo que conoce muy bien. Él también es indio, de la tribu Spokane, educado en una reserva del Estado de Washington, donde nació en 1966. Hasta la fecha ha publicado varios libros de poemas y relatos. El ambiente, los personajes de la reserva y el punto de vista del narrador son los mismos en estos 23 relatos cortos, que pueden leerse como un poema, una novela experimental o una colección de cuentos.
Los relatos se sostienen con minúsculas anécdotas. Lo más interesante es el retrato de unos indios que han cambiado sus ilusiones por el alcohol y las drogas, que han abandonado la tradición por un par de pepsis y un sitio en cualquier Seven-Eleven, que han sustituido las gestas guerreras por las hazañas de un partido de baloncesto.
De este modo, la mayoría de los personajes de estos cuentos, nostálgicos y amorales -semejantes a los desencantados que se arrastran por los relatos del realismo sucio-, aparecen desmitificados, con la única consigna de la supervivencia. Son unos indios que han ahogado sus viejos sueños de grandeza, aunque todavía amenazan aisladamente con un tímido ataque reivindicativo, que vuelva a demostrar quiénes son. Pero no parece que tengan fuerzas ni ganas de cambio..
Adolfo Torrecilla