Alfaguara. Madrid (1996). 349 págs. 2.000 ptas.
José Donoso muestra en esta obra una predilección muy postmoderna por la mezcla de géneros. Para evocar la vida de sus antepasados y la del niño y adolescente que él mismo fue, recurre por igual a la autobiografía y a la novela biográfica y costumbrista. La imaginación y la fantasía participan tanto como la historia en la reconstrucción del marco social en que han vivido los criollos chilenos en los últimos años del siglo XIX y los primeros cincuenta del siglo XX. El autor juega con traslocaciones temporales, vaguedades e imprecisiones deliberadas respecto a ciertos hechos enigmáticos, líneas argumentales inconclusas y personajes desdibujados, para producir el deseado efecto de que cuanto aquí se ha escrito no son sino conjeturas, apoyadas en algo tan poco fiable como la memoria. Estos contrastes de ambigüedades y certidumbres, ficciones y realidades, dan lugar a páginas muy logradas pero también a otras cuyo contenido, desordenado y difuso, desconcierta. Entre la nostalgia, el lirismo y la caricatura, la obra resulta desigual en calidad e interés, aunque el estilo mantiene un alto nivel de plasticidad expresiva.
Pilar de Cecilia