Herder. Barcelona (1996). 242 págs. 2.300 ptas.
Hace algo más de un año la Editorial Herder declaró públicamente que pasaba de ser católica a ser interconfesional. De ahí que buscara títulos nuevos que avalaran el giro tomado.
Este libro es uno de ellos. Lewis R. Rambo es profesor universitario de psicología y religión en California. Su objeto de estudio es la «conversión» religiosa, entendida en sentido vulgar y amplio: abarca el paso de cualquier religión a otra, o a otro grupo dentro de la misma confesión, e incluso a la «intensificación» sin cambio de la vida religiosa del sujeto.
Rambo es consciente de que los psicólogos suelen pretender reducir todo al mundo emocional del converso, los sociólogos buscan la explicación en función de las variables socioculturales, y los teólogos dan como única explicación la intervención divina. Por eso es especialmente cuidadoso de liberarse de prejuicios reduccionistas, incluidos los de su pasado como ministro de la «Iglesia de Jesucristo», un ejemplo típico del fundamentalismo protestante de finales del siglo pasado. El deseo de objetividad le lleva a documentarse bien: más de doscientas entrevistas a conversos de varias religiones, y una bibliografía superior a las cuatrocientas obras, avalan el titánico esfuerzo de Rambo.
El resultado, sin embargo, no está a la altura del esfuerzo. El objeto del estudio se resiste a toda generalización: hay conversiones interesadas y desinteresadas, repentinas y graduales, más influidas por el entorno y menos, emocionales y puramente intelectuales, grupales y solitarias, con crisis profundas y sin ellas, etc. Cuanto más se intenta concretar causas, más se resiste el fenómeno a una racionalización científica y, por supuesto, mayor porcentaje de casos escapa a la regla. Queda así un elenco de teorías citadas -hay para todos los gustos-, y una relación de factores que influyen en una conversión. Al final, lo único claro es que lo más habitual es un proceso que recibe influencias de un contexto humano, y en el que suele darse una cierta crisis, seguida de una búsqueda y una interacción entre el sujeto y alguien del grupo receptor, que acaba en una decisión que incluye un compromiso y tiene consecuencias importantes para la vida del converso. De aquí a lo puramente evidente no hay demasiada distancia.
¿No puede un estudio científico sobre este tema dar más de sí? Con este planteamiento, no. El mismo Rambo afirma: «Existe un debate filosófico fundamental bajo este tema, a saber: ¿Cuál es la naturaleza última de los seres humanos?». La conversión religiosa es un problema que pone en juego todas las dimensiones del hombre -también la de estar abierto a lo sobrenatural-, y sin una idea certera sobre el ser humano difícilmente se le puede encontrar una explicación satisfactoria.
Julio de la Vega-Hazas