Plaza & Janés. Barcelona (1997). 140 págs. 1.800 ptas.
Naguib Mahfuz (El Cairo, 1910), premio Nobel de Literatura en 1988, publica su novela número 25 en España. Si las últimas editadas pertenecen al género histórico (Akhenaton y La maldición de Ra) y al simbolista, o como él las denominó «fantástico-filosóficas» (Las noches de las mil y una noches y El viaje del hijo de Fatuma), Festejos de boda puede considerarse realista.
Se trata de una misma historia narrada cuatro veces por otros tantos protagonistas. Desde diferentes perspectivas, se cuenta un argumento de fatalidad y vicio en torno a un pequeño grupo de autores, directores y empleados de un teatro cairota. Envueltos en celos y rencores, y en los placeres del opio y del juego, todos ellos defienden que la virtud es un emblema embustero, tanto en el teatro como en la mezquita. Al fin y al cabo, son gente de la farándula, y… «un escritor debe conocerlo todo, lo bueno y lo malo, especialmente esto último, pues la maldad es la fuente del teatro». El argumento se articula alrededor del estreno de la primera obra del joven Abbas, en la que expresa las sórdidas tensiones de su ambiente familiar, además de la tragedia personal que le ha tocado vivir.
El realismo de la novela sirve al autor para realizar una velada crítica social, menos incisiva que en obras anteriores, a la vez que presenta unos personajes auténticos y convincentes, que se desenvuelven con agilidad en diálogos cortos, frases incisivas y escasas descripciones.
La historia, desgarrada y oscura, presenta atisbos de escapatoria; el desenlace final, sin embargo, es un bello canto a la esperanza, «lo único capaz de desvelar los espejismos de la naturaleza humana».
Ángel García Prieto