Marianne FredikssonEmecé. Barcelona (1998). 428 págs. 2.500 ptas. Traducción: Jesús Pardo.
Muy conocida en el ámbito literario escandinavo y traducida en bastantes países, llega ahora a España esta veterana escritora sueca con una novela que narra la vida de tres mujeres, abuela, madre e hija. Sus historias personales reflejan la evolución social de Suecia a lo largo del siglo XX. La acción se inicia a finales del siglo anterior, en una zona rural fronteriza con Noruega, que entonces no formaba un Estado independiente, para trasladarse luego a un ámbito urbano según la trayectoria de la emigración propia de los campesinos europeos de la época.
La descripción psicológica de las sucesivas protagonistas y sus muy distintas circunstancias existenciales se enmarcan en la rápida transformación de las condiciones de vida experimentadas por el país en pocas pero muy agitadas décadas. Entre las duras y las primitivas costumbres y necesidades de Hanna y la comodidad material y el desahogo económico de su nieta Anna existe todo un abismo de independencia personal y laboral, aunque quizá también de inseguridad afectiva.
Marianne Frediksson muestra una técnica novelística competente y eficaz, a base de personajes trazados con rasgos claros y convincentes, espontaneidad en la concepción de las situaciones y expresión sobria de los sentimientos.
Sin ser brillante ni profunda, la obra, de lectura fácil y entretenida, logra transmitir la necesidad del retorno a los orígenes para entender las complejidades y desorientaciones de la sociedad actual. Junto a los conflictos políticos, se reflejan dificultades como el divorcio, el aborto, las uniones efímeras y el adulterio, de modo más bien ambiguo, aunque en ocasiones queda en evidencia un trasfondo religioso típicamente luterano.
Pilar de Cecilia