Trotta. Madrid (1997). 200 págs. 1.800 ptas.
Antonio Lago Carballo ha sido, en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, profesor de Regímenes Políticos Iberoamericanos, materia de la que da cursos en la Escuela Diplomática de Madrid desde 1979. Este libro recoge una serie de ensayos centrados casi todos ellos en pensadores españoles que se han ocupado de América desde 1898 a nuestros días.
La tesis central del libro es que con el desastre de 1898 España, o mejor la conciencia española, vuelve a descubrir la América que fuera olvidada con la independencia de estos países. El redescubrimiento de América por parte de Unamuno, Ortega, Maeztu, D’Ors y otros les fascina tanto como a Cristobal Colón el suyo. En América encuentran ellos España. Y al descubrir la obra de España, se descubre un pasado común, tan nuestro como suyo.
Catorce ensayos tratan de grandes figuras españolas que van de Unamuno a Laín Entralgo, pasando por Salinas, Tovar, Marañón, Menéndez Pidal y tantos otros que trabajaron por impulsar, reanudar y mejorar las relaciones entre España y América; y por dar a conocer en España lo que se ha hecho y se hace en el nuevo mundo desde que los españoles lo perdimos de vista. En cada caso hay un lamento por el siglo perdido y una invitación a estrechar lazos.
Lago Carballo muestra el error en que cayeron algunos al extrapolar la experiencia argentina a toda Sudamérica; como no hay terminología ingenua ni neutra, insiste en que el nombre más adecuado para América Central y del Sur es Hispanoamérica o Iberoamérica, y no América Latina. Con profundo sentido histórico, invita a aceptar sin reservas el pasado, como punto de partida para poder mirar al futuro. Pues, según la cita de Leopoldo Zea recogida en el último ensayo, mientras Europa discute su futuro, «nosotros en Hispanoamérica tenemos aún que discutir nuestro pasado».
Fernando Gil-Delgado