Anagrama. Barcelona (1998). 341 págs. 2.500 ptas.
Tercera novela de Belén Gopegui (Madrid, 1963), autora también de su reconocida La escala de los mapas (1992). La acción, delimitada cronológicamente entre octubre de 1994 y noviembre de 1996, presenta dos crisis: una de carácter individual, cuando el joven ingeniero Carlos Maceda pide un préstamo millonario a sus amigos Marta y Santiago desatando una escalada de recelos y dudas; y otra crisis de tipo social ante el cambio político que supone el triunfo del Partido Popular.
En este contexto, la autora plantea una historia de treintañeros, de personajes que, puestos en la encrucijada de la solidaridad con un amigo, rememoran sus tiempos de estudiantes y de activistas revolucionarios en la década de los 70. El idealismo que les unía y empujaba queda en entredicho ante el nuevo valor de tipo material -casa, trabajo, dinero-, que altera la armonía en sus relaciones de amistad y de pareja. Todo es incierto, voluble, precario, desde los principios morales hasta el trabajo, y puede desvanecerse en el aire.
Este desarraigo e inseguridad marca la tensión afectiva que vertebra la novela y que se manifiesta en relaciones amorosas inmaduras, presididas por el egoísmo, que la autora, en ocasiones de forma poco afortunada, refleja en la descripción de la vida sexual de los protagonistas.
La novelista acierta en la captación del desencantado paso a la madurez de jóvenes con ideales poco profundos, que se van quedando en las dificultades de la vida con un toque de amargura, por su miedo al auténtico compromiso en la amistad y en el amor. Sin embargo, la historia adolece de un exceso discursivo, de tal forma que los personajes más que comunicarse parece que conferencian, lo cual provoca una sensación de aridez en la lectura.
Blanca Vallejo Esteban