Martínez Roca. Barcelona (1998). 248 págs. 2.300 ptas. Traducción: Jordi Fibla.
En mayo de 1809, Napoleón sufrió su primera derrota en el campo de batalla de Essling, a orillas del Danubio, cerca ya de Viena. Balzac quiso escribir una novela sobre este acontecimiento, e incluso viajó al escenario de la contienda en el año 1835. Sin embargo, nunca realizó el proyecto.
Patrick Rambaud (París, 1946) rinde homenaje al gran autor francés y escribe su proyectada novela sobre la batalla de Essling, considerada como la primera de las grandes calamidades bélicas que desde entonces han asolado al mundo: en tres días murieron unos cuarenta mil soldados franceses y austriacos, y más de veinte mil quedaron mutilados.
Rambaud, quien ha conseguido con esta novela los premios Goncourt y de Novela de la Academia Francesa en 1997, se ha documentado bien y ha rastreado hasta los testimonios escritos por supervivientes de la batalla, de todas las capas sociales. Con gran realismo, describe cómo transcurrieron aquellas históricas jornadas en ambos frentes, y el seguimiento de los hechos en Viena. Los personajes más destacados son históricos; a ellos el autor ha añadido algunos personajes de su invención, para ambientar mejor la narración. En la descripción de los movimientos de las tropas, de la tensión que precede a los combates, de la atención a los heridos… Rambaud hace un alarde de precisión y verosimilitud. Resultan también muy interesantes las reacciones de los diversos personajes, tanto principales como secundarios, al hilo de los acontecimientos, así como sus actitudes ante Napoleón, que es la figura omnipresente, aunque casi siempre en segundo término.
El autor no idealiza el combate sino que muestra los horrores de la guerra y las miserias y virtudes del ser humano en circunstancias tan extremas. Novela escrita con rigor y con precisión, bien traducida y editada. Más allá de la cuidada reconstrucción del hecho histórico, ayuda al lector a reflexionar sobre el hombre y a anhelar la paz entre los pueblos.
Luis Ramoneda