Alfaguara. Madrid (1998). 390 págs. 2.800 ptas.
El éxito de la primera novela de la chilena Marcela Serrano, Nosotras que nos queremos tanto, ha condicionado el contenido de sus posteriores libros (por ejemplo, Antigua vida mía), variaciones sobre el mismo tema: mujeres que desean encontrar el verdadero amor y que no acaban de asimilar su nueva posición en una sociedad chilena que intenta romper con su pasado.
En esta novela, un grupo de mujeres se recuperan de sus crisis sentimentales en un peculiar hotel sólo para mujeres a más de mil kilómetros de Santiago de Chile. Hacia allí parte la protagonista, para poner en orden sus ideas y recuperarse de varias crisis sentimentales. Más de lo mismo. Las mujeres de las novelas de Serrano representan una nueva generación de mujeres chilenas, más modernas y reivindicativas, pero que siguen sin encontrar su lugar en la sociedad. Los contenidos tienen tanta carga ideológica -en este caso, las reivindicaciones feministas más manidas- que la insistencia en un didactismo de raíces feministas acaba ahogando la trama novelesca y la hondura de unos teledirigidos personajes.
Adolfo Torrecilla