Planeta. Madrid (1997). 188 págs. 1.900 ptas.
José María Sánchez-Silva (Madrid, 1911) es el autor de la famosísima novela Marcelino, pan y vino. En La adolescencia de Jesús nunca contada se destaca tanto su oficio de buen narrador como su visión del mundo, en la que Jesús es la figura central de toda la historia.
El relato sobre esos años ocultos de Jesús de Nazaret transcurre dentro de lo verosímil, compatible con la fe y el sentido común. La interpretación de Sánchez-Silva, absolutamente personal y con la que no hay por qué coincidir, tiene la validez de un relato realista: además de manejar con soltura los diálogos e introducir bellos paisajes descriptivos, se aprecia cómo el autor se ha documentado convenientemente sobre el ambiente de la época, sin caer por ello en una engolada erudición que aplastaría al lector. Jesús adolescente aparece en estas páginas muy bien escritas como un chaval que pasa su vida entre la familia, los juegos, el trabajo y sus inquietudes. También se presentan con toda su fuerza los problemas de la libertad, el mal y la difícil victoria final del bien.
En el argumento no hay milagros innecesarios y en el estilo Sánchez Silva evita la caída en el tono lírico facilón. Un libro, en principio para adolescentes, que consigue superar esta barrera gracias a su equilibrio y a la calidad literaria.
Pablo Blanco