Noticia de tierras improbables, segundo libro de cuentos de su joven autor, está compuesto de 99 relatos breves que suscitan, al final de su lectura, diversas reflexiones -sin querer ser reflexiones- sobre las angustias y perplejidades de este fin de siglo que se nos avecina.
La mayoría de los cuentos son de una página, «lo que obliga -según señala el autor- a poner la vida en cada cuento». En ellos, aplicando una rigurosa y llamativa retórica de la sencillez, el autor resume el relato a lo esencial, eliminando de él las florituras y la intriga, convirtiendo -deliberadamente- a los personajes en apuntes, esquemas, arquetipos. Esteban Padrós, autor de un muy elaborado prólogo, habla de los relatos de Ugarte como de epigramas que han evolucionado en parábolas. Ha acertado, pues la mayoría de ellos recogen bien estos dos conceptos.
Hay que advertir un peligro: este libro no debe leerse con la intención de amontonar argumentos y páginas. Recomiendo una lectura sosegada, con la misma disposición de ánimo con la que se leen los buenos libros de poesía, con lentitud. Si lo leemos como cualquier otro libro de cuentos, acabaremos agotados en el cuento número 30, y son 99.
Son muchos los asuntos que se tratan, la mayoría leves: la misión de la poesía para los políticos y funcionarios, las reflexiones metaliterarias, el sentido de la existencia…
El autor domina muy bien la técnica del relato breve, aunque algunos son temáticamente reiterativos y otros -los más breves- no llegan a cuajar. Es un libro atractivo para aquéllos que prefieran este tipo de cuentos condensados que además huyen, con dosis de surrealismo, de los lugares comunes.