Lengua de Trapo. Madrid (2001). 97 págs. 1.445 ptas.Traducción: Masoud Sabouri.
Hay pocas narraciones disponibles en español que acerquen a la realidad tan lejana de Afganistán. Se puede recordar una entretenida novela de James A. Michener, Caravanas (publicada hace años por Plaza & Janés). Aquella se desarrollaba en una época anterior a los conflictos que acabaron por desembocar en la invasión soviética. Tierra y cenizas es mucho más áspera, en la medida en que refleja la dura situación que allí se ha vivido y que continúa bajo el régimen de los talibán.
Atiq Rahimi (Kabul, 1962) estudió Literatura en la capital afgana. Luego consiguió asilo político en Francia, y en la actualidad trabaja en París, dedicado al cine y a la literatura. Tierra y cenizas es una novela corta que relata la triste situación de un anciano y su nieto pequeño, únicos supervivientes en su aldea de una matanza de la guerra afgana. Los dos acuden a la búsqueda de su hijo y padre, que está trabajando lejos de los suyos y que desconoce el trágico final de la mayor parte de la familia.
La tensión psicológica y la pena por la pérdida de los seres queridos, las conjeturas y temores del anciano, se entrelazan con los cuidados que le exige el niño, en una especie de salmodia de lamentos en el inclemente paisaje del desierto afgano. Otros pocos personajes, solidarios, y también maltratados por los horrores de la guerra, componen el coro del drama. A través de un narrador que pone en segunda persona al protagonista, el autor consigue implicar al lector en este relato tan tenso y triste como rico en detalles humanos.
Ángel García Prieto