Casiopea. Barcelona (2001). 318 págs. 2.950 ptas.Traducción: Víctor Alcázar Nebot.
Este libro se publicó con notable éxito en Inglaterra en 1950, adonde el autor, nacido en Estambul en 1908, se trasladó en 1941. Allí murió en 1970. Orga relata con maestría su infancia y juventud en la Turquía natal, con un antes y un después marcado por la Primera Guerra Mundial.
El antes es la prosperidad, la figura lejana de su padre, la belleza misteriosa de su madre, el nacimiento de sus hermanos, la personalidad poderosa de la abuela materna, las estancias en la finca de su tío Ahmet, la vida sin complicaciones ni sobresaltos. El después es la entrada de Turquía en la guerra, la movilización de su padre y de su tío, que morirán en el frente; la pobreza que les obliga a cambios de residencia, a separaciones y a soportar penalidades sin cuento. El ingreso del autor y de su hermano en el ejército supondrá nuevas vicisitudes. En pie, siempre, la figura peculiar y dominante de la abuela, como un símbolo de un pasado perdido irremediablemente. El relato se termina con la muerte de la madre en 1940. Y, como telón de fondo, la ciudad de Estambul y los paisajes de diversos puntos de Turquía, descritos con un tono que se podría calificar casi de amoroso.
Orga ha logrado un libro excelente, porque tiene el vigor y la veracidad de lo vivido, porque no carga las tintas a pesar del dramatismo de algunas situaciones, sino que cuenta los hechos con la mirada sorprendida, pero noble, de un niño y con la inquietud de un adolescente. Hay dolor, sin duda, pero también ganas de vivir y capacidad para descubrir la bondad y la belleza en medio de las dificultades y mostrar así las dos caras de la vida. Por otra parte, aunque Orga nos acerca a un ambiente cultural distinto, se observa también la universalidad del corazón humano, en el amor a la familia, en la solidaridad, en la búsqueda del bien, en las virtudes y defectos que muestran los diversos personajes del relato… Lo único que afea esa primera edición del libro en España son ciertas deficiencias en la traducción: varios catalanismos y algunas faltas de ortografía y de sintaxis. Una lástima, porque la calidad del texto original se merecía un tratamiento más cuidado.
Luis Ramoneda