Alfaguara. Madrid (2001). 303 págs. 2.400 ptas.
La editorial Alfaguara ha recuperado Gran Sol, una de las novelas más importantesdeIgnacio Aldecoa (1925-1969), escritor que resume en su trayectoria, especialmente en sus cuentos, la estética del realismo social de los años 50 y 60. Esta tendencia obtuvo en la literatura española desiguales resultados, por la preponderacia de los elementos políticos y críticos en detrimento de la calidad literaria. Sin embargo, Gran Sol, escrita en 1957, combina estos dos objetivos con un sobresaliente resultado, pues al componente testimonial hay que añadir un eficaz trabajo literario. Aldecoa, que conocía muy bien este ambiente marino, describe con gran detalle la vida dentro de un barco pesquero que se traslada al «Gran Sol».
No hay un argumento que contar, ni unos protagonistas que destaquen por encima de lo que es el peso de la novela, el relato pormenorizado de la vida monótona y colectiva en el barco, las conversaciones y relaciones de los tripulantes, las faenas, los chistes, los sueños, los anhelos, los recuerdos… Con una exquisita fidelidad costumbrista y lingüística, que fuerza al lector a consultar numerosas palabras técnicas en el diccionario, Aldecoa da vida a un grupo vulgar de marineros, marcados por el fatalismo, que saben que hagan lo que hagan no podrán escapar a la dependencia, a veces trágica, del mar. Novela de personaje colectivo, sin intriga, sin un claro enganche argumental, que muestra perfectamente la intrahistoria de un barco pesquero.
Por eso, Gran Sol no es una novela fácil de leer. Sin embargo, estamos ante una de las obras más importantes de Aldecoa y del realismo español. Sin retórica, con una gran capacidad de observación y de elaboración, Aldecoa ha conseguido apresar la existencia verídica de unos hombres de mar absolutamente cotidianos.
Adolfo Torrecilla