Updike, uno de los autores norteamericanos del siglo XX más conocidos fuera de su país, ha querido rendir con esta nueva novela un homenaje al Hamlet de William Shakespeare. En un marcado giro respecto a su ámbito temático habitual, centra el argumento en imaginar la historia de los padres del melancólico príncipe de Dinamarca. La acción se inicia con el matrimonio de éstos, imagina sus complicadas relaciones, el adulterio de la madre con el hermano de su marido y, por último, la muerte de éste a manos de su hermano traidor. La reina viuda, que ignora que lo es por vía de asesinato, se casa con su cuñado y amante en lo que irónicamente se presenta como un final feliz. El autor sitúa a sus personajes en una perspectiva realista, lejos de los alientos de tragedia que animaron el texto teatral del creador de Hamlet.
La ambientación está muy lograda. La relectura posmoderna del pasado que propone Updike es ingeniosa y sugestiva, y alcanza niveles de acierto literario muy destacados tanto de fondo como de forma. Updike vuelve a abordar uno de sus temas favoritos: la negación del auténtico amor conyugal, en cuya existencia no parece creer.
La pasión, el adulterio, el engaño, la preeminencia del instinto son sus únicos puntos de referencia, aunque en esta novela, la convicción, al traducirse en hechos, tenga una crudeza algo más tamizada que en otros títulos anteriores.