Espasa Calpe. Madrid (2002). 238 págs. 18,24 €.
Transcurre la acción de esta novela a lo largo de veinte días de diciembre de 1944, en una pequeña ciudad del noroeste de España. El centro social del lugar lo constituye el único hotel de lujo, propiedad de una familia de mujeres solas, emprendedoras y excelentes cocineras. El edificio perteneció antes a la más ilustre familia local, que lleva años tratando de recuperarlo, por todos los medios, para librarlo de un uso que considera una afrenta.
La obra tiene como principal acierto una excelente captación ambiental. Rivera de la Cruz, nacida en 1970, recrea con gran imaginación y muchos visos de verosimilitud la atmósfera provinciana de la posguerra española, donde un ritmo de vida externo convencional y sin apresuramientos se agita internamente por sentimientos y pasiones que nada tienen de apacibles.
Los elementos costumbristas, muy logrados, la combinación en la trama de una intriga casi policíaca con otra de carácter sinuoso y el buen trazado psicológico de los personajes constituyen los motivos básicos por los que esta novela, ágil y entretenida, se lee con agrado. El estilo sencillo y directo, aunque no brillante, está bien construido y sirve de modo idóneo como vehículo de expresión para una historia en que el realismo no resulta incompatible con la elegancia formal, y los buenos sentimientos muestran sus posibilidades como material novelístico.
Pilar de Cecilia