En el año 2002 España acaba de entrar en el euro e Iván Márquez, un joven que vive en Vallecas, está dispuesto a que muchas de las nuevas monedas en circulación acaben en su bolsillo. Todo menos seguir los pasos de su padre, un honrado trabajador que morirá pobre. Iván cuenta con su picardía y su falta de escrúpulos para conseguir su objetivo.
“El dinero corrompe y el dinero a lo bestia corrompe a lo bestia”: la película aprovecha la corrupción de Iván para contar la corrupción política de las últimas décadas en España y mezcla las andanzas del joven vallecano con el caso Malaya, la trama Gürtel o los ERE. Pero que nadie espere un thriller político o una sutileza de cine social. Daniel Calparsoro –que estrenó hace unos meses la meritoria Todos los nombres de Dios– tira de manual y ofrece una “peli-fórmula”: dos atractivos actores de moda, una banda sonora omnipresente del dj Carlos Jean, imágenes de archivo y algunos actores solventes para dar sensación de nivel al producto, y mucha acción, muchas idas y venidas, muchas luces, mucho casino, mucho desenfreno y mucho sexo. Todo absolutamente predecible y absolutamente superficial. Reconozco que me acordé mucho de El Reino… y que eché de menos a Sorogoyen.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta
