Anselmo es un maqui que, como consecuencia de la guerra civil, ha perdido el oído. Estamos en 1944, pero junto con algunos compañeros sigue huyendo del franquismo y huyendo de él.
Alfonso Cortés-Cavanillas adapta el cómic homónimo y dirige una cinta con enormes valores de producción –fotografía, banda sonora, sonido y puesta en escena– y bien interpretada, pero con un valor narrativo más escaso, quizás porque no resulta fácil adaptar un cómic ya de por sí complejo. Al final, la historia resulta esquemática y maniquea. Con todo, la mayor dificultad para el espectador es digerir la brutal violencia de la propuesta.