Intemperie es la cuarta película de Benito Zambrano, director que tuvo una arrancada espectacular con Solas (1999), que después hizo las menos relevantes Habana Blues (2005) y La voz dormida (2011) y que ahora vuelve a tocar cota alta.
La cinta es un western a la española que transcurre en la Andalucía de posguerra y que tiene todos los elementos que hacen grande al género: el héroe solitario que vive al margen de la sociedad para no traicionar su honor y sus convicciones, la causa noble con la que se topa inesperadamente, las grandes escenas de acción y la épica moral que despierta la emoción del bien.
El primer acierto de Zambrano ha sido fijarse en la novela homónima de Jesús Carrasco, Premio de Literatura Europea 2016 y best seller con múltiples traducciones. El segundo, ha sido confiar la adaptación a dos de los mejores guionistas del cine español, los hermanos Remón, que interpretan estupendamente el texto de Carrasco, lleno de clímax narrativos.
Y por último, Zambrano ha hecho diana con un casting de actores sobresaliente, yendo a lo seguro con Luis Tosar, pero arriesgando con el jovencísimo Jaime López, que le ha salido de primera. El dúo del veterano y el chaval funciona increíblemente bien y, en eso, se adivina una gran dirección de actores que hace también brillar al elenco de secundarios.