Los datos del último barómetro sobre libros digitales, elaborado por diversas sociedades de autores y el sindicato de editores de Francia, no muestran que los ebooks vayan a desbancar a los libros impresos en un futuro próximo. Todavía el 58% de los encuestados prefiere estos últimos.
La encuesta, que se llevó a cabo durante los primeros días de enero, revela las tendencias anteriores a la pandemia. Solo el tiempo podrá decir si se mantiene el crecimiento que ha experimentado el libro electrónico durante estos meses de confinamiento, en el que la mayoría de las editoriales han mejorado los números de su división digital. Sin embargo, a pesar de que, en algunos casos, como en la prestigiosa Gallimard, el porcentaje de ebooks vendidos se ha duplicado, solo representa el 4% y no es suficiente para compensar la caída de ventas en los libros impresos, que se ha acentuado con la actual crisis.
Más que la necesidad inexorable de elegir entre uno u otro formato, el barómetro apunta que, para el lector, estos no son excluyentes, sino complementarios. Con todo, los que leen asiduamente son más entre los que prefieren el papel, un 58%, contra el 37% de los que usan dispositivos electrónicos. Asimismo, una amplia mayoría de los encuestados (83%) reconoce haber comprado en los últimos doce meses un libro en formato de papel, frente al 23% que ha adquirido uno electrónico o el 11% que ha comprado un audiolibro.
Más libros oídos
Pero la encuesta revela que los audiolibros se consolidan. Por ejemplo, el 68% de la muestra ha escuchado un audiolibro en los últimos doce meses, una proporción muy cercana a la de quienes han leído un libro electrónico. La diferencia con los porcentajes de compradores de uno y otro tipo de libros indica que abundan otros medios de obtenerlo. En cambio, los que dicen haber leído un libro impreso en el último año, el 85%, son pocos más que quienes han comprado.
En efecto, es cada vez más frecuente tomar en préstamo libros digitales: las personas que ha utilizado los servicios virtuales de una biblioteca son en el 27%, siete puntos por encima del año anterior y más de la mitad de todos los que han solicitado préstamos en bibliotecas. Además, uno de cada tres encuestado muestra interés en los servicios de suscripción que ofertan ebooks o audiolibros.
El móvil es el dispositivo más utilizado para leer libros electrónicos o escuchar audiolibros
Aunque hay pirateo de libros digitales, los lectores parecen ser más respetuosos con los derechos de propiedad intelectual en el caso de los libros que el de otros bienes culturales. En concreto, el 26% reconoce haber obtenido utilizado copias ilegales de películas, música o videos, pero solo el 5% declara haber hecho lo mismo con libros electrónicos o audiolibros.
El atractivo de los audiolibros ha crecido durante los últimos años especialmente en determinadas franjas de edad, hasta el punto de que, entre los lectores de 25 a 50 años, hay un mayor porcentaje de consumidores de audiolibros (56%) que de libros tradicionales (37%) o electrónicos (43%).
Una biblioteca en el bolsillo
Por otro lado, el móvil es el dispositivo más utilizado: el 42% de los encuestados emplea el smartphone para leer y el 56% para escuchar libros, muy por encima del 34% que usa tablets. Los dispositivos específicos para libros digitales son los grandes perdedores: únicamente el 28% de los participantes en la encuesta los maneja.
El barómetro arroja otros datos de interés. Por ejemplo, más del 80% de los encuestados considera la lectura como una actividad placentera, frente al 8% al que le resulta indiferente o el 5% que la asocia con el trabajo o los estudios. Los franceses escogen el libro impreso o el ebook para leer en casa, pero prefieren el audiolibro en sus desplazamientos.