La pequeña Mary Lennox sufre la muerte repentina de sus padres en un conflicto bélico en la India. La niña es enviada a Inglaterra con su tío Archibald y su enfermizo primo. En este misterioso lugar descubrirá la amistad y un jardín sorprendente.
En 1993 Coppola produjo una película maravillosa sobre esta novela de Frances Hodgson Burnett (autora también de la novela La princesita). Dirigida por Agnieszka Holland, con fotografía de Roger Deakins, música de Zbigniew Preisner y guion de una de las mejores escritoras del cine de Tim Burton (Caroline Thompson: Eduardo Manostijeras, La novia cadáver), la película era un cuento encantador para todas las edades.
En esta nueva versión hay mucho menos talento en un equipo más bregado en la televisión que en el cine. Aunque el diseño de producción es ambicioso y en el reparto destaca un actor de la talla de Colin Firth, la película resulta vistosa pero mucho más plana. Ni el guion ni la factura visual llegan a hacer volar una historia que necesitaba más creatividad para explotar todas sus imponentes posibilidades.
