Muchos de los problemas actuales del mundo de la comunicación tienen un trasfondo ético. El desprecio por los hechos frente a las emociones, propio de la era de la posverdad; la nueva censura políticamente correcta; la creación de falsas noticias con intereses políticos; el descrédito de la objetividad, nos remiten en última instancia a decisiones que tienen que ver con la actitud ética del informador. De ahí la oportunidad de este libro de José Ignacio Bel, que durante más de cuarenta años impartió docencia en el campo del Derecho de la Información, especialmente como profesor titular en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
Para justificar el ingrediente ético del derecho a la información, el autor se re…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.