El 27 de marzo de 1995, Maurizio Gucci, nieto del fundador de la casa Gucci, fallecía víctima de los disparos de un sicario que, como se confirmó poco tiempo después, había sido contratado por Patrizia Reggiani, exmujer del heredero de la famosa firma. Reggiani, que se hacía llamar Lady Gucci, se convirtió en una viuda negra que pasó casi dos décadas entre rejas después de protagonizar el episodio más oscuro de la, ya de por sí, accidentada historia de la Casa Gucci.
Con esta trágica y truculenta historia real como base, Ridley Scott dirige una película tan llamativa como plana. La historia es enorme porque, además del homicidio, hay en la trayectoria de la marca todo tipo de rupturas, enfados, traiciones y trapos sucios que han llevado a q…
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