Imagen tomada del perfil oficial de Facebook del presidente Iván Duque
Barranquilla.— A pocos días del 7 de agosto, fecha en la que sucede el cambio de gobierno, presentamos un recorrido por lo que fue el periodo de Iván Duque Márquez, el presidente más joven de Colombia en lo que va del siglo XXI. Duque, quien venía de trabajar en el Banco Interamericano de Desarrollo y ser senador, fue elegido por el partido Centro Democrático en el 2018, con un poco más de diez millones de votos, disputándose en segunda vuelta el cargo con quien precisamente será su sucesor: Gustavo Petro.
La llegada de Iván Duque a la presidencia en 2018 significaba el regreso del uribismo al poder. Con su elección, parte del electorado colombiano, afín al expresidente Uribe y a su visión de país, veía la posibilidad de retomar el rumbo de la seguridad democrática, después de 2 periodos de Juan Manuel Santos, dedicados, sobre todo, a la desmovilización de la guerrilla FARC por medio de una negociación pacífica que, para los opositores, implicaba renuncias en materia de justicia, democracia y reparación.
La presidencia de Iván Duque estuvo caracterizada por lidiar con una fuerte oposición, principalmente de Gustavo Petro, quien será su sucesor
Con las banderas del uribismo, Duque tuvo gran respaldo de todos aquellos que votaron No al plebiscito para refrendar los acuerdos con las FARC. Una de sus promesas fue precisamente “Paz con legalidad”: políticas enfocadas en las capturas y la justicia ordinaria, y en la reparación de las víctimas por parte de la guerrilla.
Una presidencia marcada por la oposición
La presidencia de Iván Duque, durante sus cuatro años, estuvo caracterizada por lidiar con una fuerte oposición, principalmente de Gustavo Petro -quien será su sucesor en la presidencia, después de 3 intentos en elecciones anteriores- y de movimientos sociales de izquierda.
En octubre del 2018, a dos meses de haber empezado su mandato, Iván Duque afrontó la primera manifestación ciudadana: asociaciones estudiantiles convocaron marchas en las calles reclamando por un aumento en el presupuesto para la educación superior, especialmente en las instituciones públicas. A partir de ese hecho, fueron comunes grandes protestas en las calles -sucedían por lo menos una vez al año-, especialmente en el 2021, cuando tuvo lugar una gran marcha nacional que comenzó en abril y se extendió hasta julio; trayendo consigo la dimisión del ministro de hacienda Alberto Carrasquilla y sirviendo como escenario para la campaña presidencial del 2022. Ahí se organizaron y gestaron movimientos juveniles y de minorías que luego militaron abiertamente en favor de Petro en la campaña presidencial.
Igualmente, en su agenda legislativa y su relación con el Congreso, aunque tuvo mayorías, fueron frecuentes las citaciones de la oposición a diferentes ministros del gobierno, especialmente a los que ocuparon la cartera de Defensa, comenzando por Guillermo Botero, ministro entre agosto de 2018 y noviembre de 2019, quien renunció antes de ser citado a una segunda moción de censura. Como sucesor de Botero, fue nombrado Carlos Holmes Trujillo, que era para ese entonces Ministro de Relaciones Exteriores, también tuvo algunas críticas durante su mandato y falleció en enero del 2021 por covid-19. El tercer ministro de Defensa, Diego Molano, nombrado en febrero de 2021, afrontó dos mociones de censura, en las cuales obtuvo el apoyo de la mayoría para continuar al frente de esta cartera.
Un crecimiento marcado por la pandemia
En cuanto a otros temas que tuvo que afrontar la presidencia de Iván Duque, se destaca el manejo que tuvo el gobierno frente a la pandemia del covid-19. La gestión realizada tanto por el presidente como por su ministro de Salud, Fernando Ruiz, posibilitó la vacunación de casi 42 millones de personas (el 71% de la población) y de ellas, 36 millones con dos dosis.
Igualmente, de acuerdo al Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el país ha tenido un crecimiento continuo en su economía, llegando a tener un aumento considerable en el PIB en el segundo trimestre del 2021 y se ha mantenido en valores cercanos al 10% entre el 2021 y el 2022.
En cuanto a gasto social y lucha contra la pobreza, el gobierno implementó el programa de Ingreso solidario, mediante el cual se giraba un auxilio económico a las familias más pobres del país, con un alcance de 4,7 millones de hogares y un aproximado de 28 billones de pesos en transferencias monetarias.
Duque apoyó la implementación de los acuerdos con las FARC, pero con controles a los beneficios otorgados a los exguerrilleros
Posconflicto y seguridad
El lema de Iván Duque, “Paz con legalidad”, significaba apoyar la implementación de los acuerdos con las FARC, pero realizando controles a los beneficios otorgados a los exguerrilleros. Uno de los primeros proyectos que presentó como presidente fue la reforma a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que se encarga de los procesos jurídicos a las partes del conflicto. La reforma que planteaba Duque buscaba castigar la reincidencia de personas que se encontraran amnistiadas (principalmente el caso de Jesús Santrich, quien fue acusado de traficar con cocaína luego de ser amnistiado) y eliminar las agresiones sexuales contra niños, niñas y adolescentes como delitos amnistiables. Sin embargo, sus objeciones no fueron aprobadas por la Corte Constitucional, pues esta aducía que el proceso de votación para aprobar la ley que creaba la JEP había sido ya aprobada en el Congreso sin los cambios presentados por el presidente.
En temas de seguridad, Duque se enfrentó a las disidencias de las extintas FARC, que se replegaron a los extremos del país; al Ejército de Liberación Nacional, la guerrilla más antigua del país, luego de las FARC y con una presencia dispersa en el territorio; y a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), grupo armado que basa su poder en el control territorial y el narcotráfico, que hace presencia en diferentes puntos del país.
La principal estrategia tanto del presidente como de sus ministros de Defensa, se centró en combatir las cabezas visibles de los grupos armados. De esta manera, fueron presentados diferentes resultados a lo largo de su mandato, destacando especialmente la captura de Alias Otoniel, principal líder de las AGC durante más de ocho años. Igualmente, en términos de lucha contra el narcotráfico, se promovieron las iniciativas de fumigación a cultivos ilícitos y la incautación de importantes cargamentos de drogas que tenían como destino Estados Unidos y países de Europa.
Política exterior
En cuanto a la política exterior del gobierno Duque, una de las acciones más recordadas serán las políticas migratorias en favor del pueblo venezolano y sus sanciones al régimen de Nicolas Maduro. Desde su llegada a la presidencia, Duque -como prometió en campaña- abanderó una iniciativa regional centrada en deslegitimar a Nicolás Maduro -reconociendo en el marco de este propósito a Juan Guaidó como presidente interino-.
Las medidas tomadas por Colombia por el gobierno Duque fortalecieron visiblemente la relación con Estados Unidos, una de las más sólidas del continente, en virtud de la lucha conjunta contra el narcotráfico y otros temas comunes que trascienden las presidencias y los partidos de turno. Esta posición fue importante durante el gobierno de Trump; sin embargo, en medio de las elecciones de ese país, se generaron apoyos directos de funcionarios colombianos a Donald Trump, lo cual no fue bien visto por algunos congresistas y, entre otras cosas, generó la dimisión del entonces embajador Francisco Santos.
Frente a Europa, el gobierno de Iván Duque ha mantenido una agenda exterior centrada en el proceso de paz y su implementación, discurso que contrasta con el que se tiene al interior de Colombia: aquí lo defiende con mayor timidez y prudencia.
Una popularidad baja y un gobierno que pudo hacer más
La popularidad de Iván Duque ha tenido una tendencia a la baja desde pocos meses de iniciado su mandato. En octubre de 2018, de acuerdo a INVAMER – reconocida firma encuestadora-, tuvo una desaprobación del 64%, tendencia que se mantuvo en alza hasta llegar a febrero del 2020, donde tuvo un repunte en su aprobación, al inicio de la pandemia, pasando de un 23% a un 52%; pero luego comenzó nuevamente a caer. Desde junio del 2020 hasta la fecha, la desaprobación está por encima del 70% y una aprobación que fluctúa entre el 20%.
A lo largo de su periodo presidencial, Duque, ha tenido diferentes críticas desde diversos sectores, comenzando por su inexperiencia en cargos de elección popular, pasando por el manejo que le ha dado a sus comunicaciones y a sus actos de gobierno, hasta llegar a las críticas de personas de su mismo partido, como la Senadora María Fernanda Cabal, quien en unos audios filtrados lo acusa de no gobernar con el partido de gobierno y tener una mezcla de ingenuidad política con inexperiencia.
¿Qué viene ahora?
En junio de 2022, fue electo en segunda vuelta el candidato Gustavo Petro, en medio de un panorama de descontento con el actual gobierno y una división social generada por los diferentes paros y protestas, especialmente en el año 2021, que generaron un apoyo a ideas de izquierda, más afines al proteccionismo y el fortalecimiento del Estado del bienestar.
Gustavo Petro ha marcado una diferencia con sus nombramientos ministeriales. Uno de los más sonados es el del Ministerio de Defensa, para el que eligió al exmagistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia Iván Velázquez, reconocido tanto en Colombia, como en el exterior por su lucha contra la corrupción. Con esta decisión se esperan posibles cambios de fondo en la doctrina de seguridad del país, comenzando por la abolición del servicio militar obligatorio o el paso de la policía a otro Ministerio. Sin embargo, el cambio que profesa a veces parece más de forma que de fondo, pues a los pocos días de ganar las elecciones, sostuvo diferentes reuniones con las cabezas de los principales partidos políticos del país, incluyendo al expresidente César Gaviria, con las que aseguró el apoyo necesario para tener mayorías en el Congreso.
Serán el tiempo y el pueblo colombiano los encargados de decidir si la llegada de Petro a la presidencia es un cambio o la continuidad del sistema político tradicional bajo una cara nueva.