Sara es una mujer de mediana edad que dejó a François para empezar una relación con el mejor amigo de este: Jean. Repentinamente, François reaparece y vuelve a desestabilizar el mundo interior de Sara.
Historia sin desarrollo más allá de la turbación que experimenta la protagonista. La explicación del conflicto amoroso es inexistente, no terminan de entenderse las motivaciones de los personajes ni sus conductas, las relaciones son poco creíbles y no despiertan empatía, tampoco el clímax se alcanza en ningún momento, y la película termina sin un desenlace convincente.
En consecuencia, la trama es plana, el vacío se llena con bastante contenido sexual. Sorprendentemente, la película de Claire Denis ganó el Oso de Plata a la mejor dirección en el Festival de Berlín.