El hombre es un ser social. Pero la forma en que se ha entendido lo que esto supone ha variado a lo largo de la historia. Javier Aranguren nos ofrece un viaje ameno y enriquecedor por concepciones de lo social que resultan claves para entender la configuración de las sociedades occidentales.
El mecanicismo imperante a mitad del s. XVII inspiró a Thomas Hobbes su teoría del Estado como un artefacto (Leviatán), construido por el hombre, que controla, gobierna y castiga a los ciudadanos y surge de la penosa condición natural del ser humano: un animal de deseos, siempre insatisfecho, que vive bajo la ley del temor. El Estado limita la libertad de los individuos, pero les alivia del miedo. Resulta sorprendente la actualidad de este planteamient…
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