Una vez más el cine alemán revisa su historia reciente sacando a la luz las mentiras y contradicciones del socialismo real en la RDA durante los años del Telón de Acero. La película del veterano Bernd Böhlich nos cuenta la historia de Antonia Berger (Alexandra Maria Lara), una alemana comunista que fue detenida en Moscú y encerrada en un gulag durante ocho años sospechosa de espionaje. Ella era inocente y nunca se aportaron pruebas. Vivía en el gulag con su hija, y en el campo de enfrente cumplía pena su marido. Cuando logra volver a Alemania, las autoridades de la RDA la obligan por contrato a guardar silencio sobre su pasado, para no manchar la imagen de la Unión Soviética de Stalin.
Crítica sin concesiones tanto al estalinismo como al servilismo hipócrita de la RDA. Antonia es una sincera comunista que descubre que la realidad del Estado socialista traiciona sus ideales más básicos. Un guion ágil e inteligente, una interpretación convincente de Alexandra Maria Lara, unos secundarios con entidad y una puesta en escena resuelta son los ingredientes de una película tan interesante como moralmente incisiva.