Miembros de Al Shabaab se entregan a las tropas de la Unión Africana en Somalia (foto: AMISOM Public Information)
La clásica recompensa de ultratumba prometida a los terroristas que se lanzan a hacer la yihad –un paraíso de delicias mundanas– está perdiendo atractivo, al menos entre los extremistas de África subsahariana: ya no es el “más allá” la principal razón para enrolarse en esos grupos violentos, sino el cash en el más acá.
La segunda edición del informe “Viaje al extremismo en África: Vías de reclutamiento y desmovilización”, que elabora un equipo de investigación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), recoge los testimonios de 2.200 personas de Burkina Faso, Camerún, Chad, Mali, Níger, Nigeria, Somalia y Sudán…
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