“Sabíamos que estábamos en el lado correcto de la historia”, escribe Lea Ypi en estas memorias de infancia y adolescencia en su Albania natal durante los últimos años del hermético comunismo que impuso el dictador Enver Hoxha.
La primera parte revive la niñez de la autora en un país enrocado en sí mismo que en la década de los 60 había roto con la URSS y en la de los 70 con China. Albania fue el último reducto de los países comunistas tras la caída del Muro de Berlín. Lea recuerda especialmente sus años de escuela, donde las maestras transmitían de manera insistente el culto al tío Enver, como llamaban al dictador, enseñando canciones en las que se ensalzaban sus innumerables virtudes: “Hola, Enver Hoxha, tan grande como nuestras montañas y tan profundo como nuestros acantilados”. Para ella, el comunismo, que vivía de manera entusiasta, era la clave que explicaba absolutamente toda su vida. Ese entusiasmo no era compartido ni por sus padres ni por su abuela, uno de los personajes más atrayentes de estas memorias.
La desintegración en cascada de los países comunistas acaba por llegar a Albania, y en 1990, como se cuenta en la segunda parte del libro, se produjo una tímida y fallida revolución de terciopelo, tras la que los comunistas no fueron derrocados, sino que retuvieron el poder. La caótica situación que se generó fue tan grave que se convocaron nuevas elecciones que tampoco sirvieron para mucho. De hecho, ahí empezaron tiempos convulsos para el país, los cuales concluyeron con una breve guerra civil en 1997 y provocaron un éxodo masivo de albaneses hacia Italia. Estos últimos años fueron, para la narradora y su familia, de incertidumbre y precariedad. Como escribe, “en 1990 no teníamos nada más que esperanza. En 1997 también la perdimos. El futuro era muy negro”.
La autora se limita a contar desde su perspectiva de niña, primero, y de adolescente, después, lo que sucede a su alrededor, siempre con su abuela a su lado, la persona más importante de su vida. Tras la llegada de la democracia, Lea descubre que sus padres, los dos intelectuales, y sus familias, padecieron durante el régimen comunista una constante represión. Por eso, cada uno a su manera trabajaban para acabar con cualquier resto de comunismo en su país, aunque las circunstancias terminaron complicando su presente y su futuro.
Interesantes memorias, muy bien narradas, que ejemplifican en la historia de la familia de Ypi y de Albania el fracaso de unas teorías políticas y económicas obsoletas. Como catedrática de Teoría Política en la London School of Economics, la autora explica, gracias a su experiencia y bagaje, la tensión entre los aciertos y errores del liberalismo y el socialismo.