En países de todo el mundo se escucha un mismo lamento: faltan candidatos a profesores para cubrir los puestos vacantes en las escuelas. A la escasez de vocaciones se le unen el abandono de un buen número de profesionales “quemados” y la jubilación de los docentes nacidos durante el baby boom. Aunque algunos de los problemas tienen que ver con circunstancias nacionales, en general las causas de la situación coinciden, por lo que también las soluciones podrían tener un impacto global.
A las puertas de un nuevo curso escolar, la “sequía” de profesores se ha convertido en una queja generalizada. Desde Canadá a Japón, pasando por Austria, Alemania, Irlanda, Francia, Inglaterra o Estados Unidos, las autoridades educativas y los sindicatos del ra…
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