Con la ayuda de un veterano periodista, la inspectora María Ruiz tendrá que resolver el asesinato de dos jóvenes, uno en Pamplona y otro en Madrid. La única relación entre ellos es un colegio religioso y la investigación se dirige a los abusos que allí pudieron cometerse.
Belén Macías adapta la novela homónima de Berta González Harbour y el resultado es un thriller bastante oscuro que sigue a pies juntillas todos los tópicos del género en situaciones y personajes (periodistas hastiados, comisarias con problemas personales y clérigos malvados). Dentro de su convencionalismo, hay que agradecer que matice un poco el retrato negro de la Iglesia con algún personaje que se salva. Eso, y una correcta producción e interpretaciones.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta