Cinco regiones italianas han creado ya diversas fórmulas de bonos escolares para facilitar que las familias puedan elegir entre los centros estatales y los privados equiparados. Se empiezan así a poner en práctica las ayudas previstas en la ley aprobada en 2000, que por primera vez permitía utilizar fondos públicos para financiar a estudiantes de las escuelas privadas (cfr. servicio 37/00). Los bonos están todavía lejos de cubrir el coste real en los centros privados, pero son significativos porque rompen el tabú de la financiación pública de la escuela no estatal.
La ley aprobada en 2000 después de muchas polémicas, prevé la posibilidad de ayudas, según los niveles de renta familiar, para desembolsos efectuados tanto en centros públicos -no siempre totalmente gratuitos-, como en centros privados equiparados. Estos centros privados cumplen los mismos requisitos de organización y funcionamiento que los públicos. Los bonos ayudan directamente a las familias, no a la escuela, y tratan de favorecer a las más necesitadas, independientemente de que elijan escuelas públicas o privadas.
Estos bonos tienen todavía un alcance bastante limitado, tanto por el número de beneficiarios como por la cuantía. El año pasado se asignaron bonos de diverso tipo a 82.000 alumnos, en tres regiones: Lombardía, que fue la pionera (cfr. servicio 106/01), Veneto y Emilia Romagna. Para este curso se han sumado las regiones de Toscana y Liguria.
El importe y las modalidades son variables, según las regiones. Por lo general, pueden solicitar las ayudas las familias que no excedan un determinado nivel de ingresos, y el importe del bono varía según la renta y las cargas familiares. Gran parte de las solicitudes provienen de familias que llevan a sus hijos a escuelas privadas. El importe del bono oscila entre los 400 y los 1.100 euros anuales, según sean alumnos de enseñanza primaria, media o secundaria superior. Para el curso 2001-2002 el Estado ha dedicado a estas ayudas 155 millones de euros, cifra modesta si se tiene en cuenta que solo en la enseñanza privada hay 278.000 alumnos.