El 23 de abril, el presidente Barack Obama compareció para informar sobre la muerte de dos rehenes, uno norteamericano y otro italiano, que estaban en manos de Al Qaeda en la frontera afgano-pakistaní, en un ataque realizado por drones de la CIA. El campamento atacado en que se encontraban había sido vigilado durante mucho tiempo, sin que se detectara la presencia de los rehenes, dijo Obama. El presidente asumió la responsabilidad y pidió perdón a las familias de las víctimas.
Este reconocimiento ha vuelto a despertar el debate sobre las víctimas civiles en la guerra secreta con drones contra grupos terroristas en distintos países. Si no se puede excluir que se produzcan víctimas involuntarias cuando los drones son accionados por hombres, m…
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