Si en algunos ámbitos y culturas los sentimientos se han considerado una debilidad, una influencia negativa de lo sensible sobre lo racional, en nuestros días hay una corriente que valora en exceso los mismos sentimientos, hasta convertirlos en criterio de actuación. Este es el tipo de sentimentalismo que tanto abunda en algunos géneros literarios y, también, en la ficción televisiva.
Cuando nos referimos a la “sobredosis de sentimentalismo” en la ficción televisiva, no estamos hablando sólo de las telenovelas empalagosas, cargadas de pasiones incontroladas. Queremos destacar que también en series como 24, El ala oeste de la Casa Blanca o Dexter se descubren rasgos de esa tendencia argumental, aunque se trate de otro tipo de sentimientos. E…
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