La era de pragmatismo inaugurada por Deng Xiaoping, que reconoció los "errores" de Mao sin desautorizarlo del todo, ha llegado a su fin con el actual presidente. Xi Jinping, pese a haber sido víctima de la Revolución Cultural, ha impuesto el retorno a la pureza ideológica para apuntalar la legitimidad del régimen. Mao sigue gozando de inmunidad histórica en China.
El 50º aniversario del inicio de la Revolución Cultural china ha pasado sin ningún tipo de conmemoración oficial, algo que podría resultar extraño, comparado con los fastos de los 70 años de la victoria sobre los japoneses en la II Guerra Mundial. Esto es un ejemplo de cómo algunas referencias históricas se insertan con facilidad en el discurso político del régimen, mientras que …
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