Si uno quiere asegurarse de que los demás usuarios de Facebook o todo el mundo solo puedan saber de él lo que él mismo decida, debe conocer bien los controles de privacidad de esta red social. No es tan difícil si uno sigue algunas pautas fundamentales.
Hay que dedicar tiempo a leer los Términos y Condiciones de Usuario y la Política de Privacidad. Al apuntarse a Facebook aceptamos unas Condiciones de Usuario. Se trata de un tipo de contrato que firmamos con la red social y que contiene nuestros derechos pero también nos impone obligaciones y concede ciertos derechos a la plataforma, especialmente importantes son los que conciernen al tratamiento de nuestros datos personales y a la propiedad intelectual.
En los términos de usuario también se especifica la edad mínima para acceder al servicio, 13 años, que nuestros datos personales serán procesados en EE.UU. y que para cualquier controversia legal nos sometemos a la jurisdicción de tribunales norteamericanos. Aunque el texto está disponible en español, es una mera traducción del original en inglés y como tal puede presentar inexactitudes, sobre todo los términos jurídicos.
Es un negocio
La Política de Privacidad detalla qué información recibe Facebook y cómo la comparte el usuario con terceros, pero también qué hace Facebook con esta información, cómo la comparte el propio servicio con otros y cómo la utiliza con fines publicitarios. Facebook no es una red académica, una intranet de amigos o un campus virtual de una facultad. Es un claro negocio 2.0.
Es importarte saber que nuestro nombre y fotografía de perfil (si la subimos) no tienen opciones de privacidad, y Facebook las hace visibles a todo el mundo. Estos datos, junto con otros, son por defecto públicos y pueden ser encontrados por cualquier usuario de Facebook que los busque y, si no se elige la opción adecuada en la configuración de privacidad, aparecerán incluso en motores de búsqueda como Google. Haga una prueba googleando su nombre.
Es verdad que cabe borrar cualquier dato, comentario, foto o pieza de contenido que se haya subido a Facebook y que también es posible aumentar el grado de privacidad de cualquier pieza de información. Pero debemos de saber que Facebook sólo se hace responsable de la información contenida dentro de su plataforma y no se responsabiliza de lo que ya esté circulando por otros sitios web o que haya sido reproducida por terceros.
Hay también una explicación simplificada de las opciones de privacidad que Facebook pone a nuestra disposición, aunque lo mejor es tomarse el tiempo para leer los documentos más completos.
Cómo adoptar una buena configuración de privacidad
Para configurar adecuadamente nuestra privacidad en Facebook es necesario saber qué significa cada una de las opciones de configuración que se nos ofrecen.
Facebook pone a nuestra disposición cuatro niveles básicos de privacidad: todos, amigos de amigos, amigos y personalizada.
Todos. En realidad quiere decir “todo el mundo”. La información que publiquemos con este nivel podrá ser vista por todos los usuarios de Facebook, y además por cualquier otra persona en todo Internet. Esta opción viene por defecto en la configuración y conviene pensarlo muy bien antes de dejar activado este nivel.
Amigos de amigos. Permite que nuestra información sea vista por nuestros contactos y también por los contactos de nuestros contactos, sean o no amigos en común. No es una esfera tan amplia como la anterior, pero hay que tener en cuenta que nuestra información podría ser vista por gente que no conocemos personalmente.
Amigos. Utilizando este nivel nuestra información podrá ser vista por todos nuestros amigos pero permanecerá oculta para cualquier otro usuario. Si no queremos que nuestra información sea vista por extraños o gente que no es de nuestra entera confianza debemos pensar muy bien a quién aceptamos como amigos de Facebook. La recomendación, sobre todo para menores de edad, es no aceptar a gente que no conocemos personalmente.
Personalizado. Este nivel permite decidir específicamente con qué personas o grupo de personas quiero compartir mi información. Con él puedo decidir ocultar mi información de alguno de mis contactos en específico o de un grupo de ellos. Se puede optar por mostrar la información solo a alguna persona o personas en particular, de manetra que solo puedan ver el contenido las expresamente nombradas en una lista, o incluso se puede hacer que ciertos datos solo sean visibles por uno mismo, utilizando la opción “solo yo”. Es la configuración más complicada, pero si uno se toma el tiempo para elegir las combinaciones adecuadas, es la más recomendable.
Facebook también pone a nuestra disposición una configuración de privacidad recomendada, pero es necesario analizarla con detenimiento antes de aceptarla. Por ejemplo, recomienda que nuestras fotos y estado estén en el nivel “todos”, que hace el contenido público para todo Internet.
Recordemos que nuestro nombre de usuario y la foto de perfil no tienen configuraciones de privacidad y que pueden ser vistas por todo el mundo, y que nuestros álbumes de fotos tienen su propia configuración de privacidad, aparte de la configuración de nuestra información. También recordemos que podemos bloquear usuarios específicos con los cuales no queremos interactuar y decidir con qué aplicaciones y páginas deseamos interactuar, o si no deseamos tener contacto con ninguna.
También recomendamos elegir la opción que impide que nuestro perfil de Facebook sea indexado en motores de búsqueda como Google.
Ante todo es necesario informarse, leer con detenimiento, utilizar nuestro criterio y pensar muy bien qué es lo que queremos hacer público en una red social y cuáles podrían ser las consecuencias.