Colonia. En 1997, por primera vez en los últimos doce años, han abandonado Alemania más extranjeros (637.000) de los que han entrado (615.000), según muestra el Anuario Estadístico Federal 1998, presentado recientemente en Bonn. Pese al saldo migratorio negativo, el total de extranjeros no ha dejado de crecer en 1997 y ha alcanzado a 7.366.000 personas (52.000 más que el año anterior). La explicación está en la alta tasa de natalidad de los extranjeros residentes en el país.
La discusión en torno a una posible reforma de la ley de nacionalización ha sido uno de los puntos destacados en los debates previos a la formación del gobierno socialdemócrata-ecologista. Al final se ha optado por un término medio entre las propuestas iniciales: el periodo mínimo de residencia para adquirir la nacionalidad será de ocho años para los adultos y de cinco para los menores. Además, los partidos de la coalición piensan admitir la doble nacionalidad, sin que haya que decidirse por una de las dos pasado un límite de tiempo. Los hijos de extranjeros nacidos en Alemania, uno de cuyos padres haya llegado al país antes de los 14 años de edad, obtendrán automáticamente la doble nacionalidad. Esto abre el camino para la naturalización de los extranjeros, especialmente los turcos.
De los extranjeros que en 1997 se establecieron en el país, 104.000 se acogieron al derecho de asilo, 12.000 menos que en 1996. En 1997 se produjeron 82.913 naturalizaciones, 3.443 menos que el año anterior. Este fenómeno se debe sobre todo a una disminución en el número de turcos que han recibido el pasaporte alemán: 42.240, un 8,8% menos que en 1996. La proporción de turcos en el total de los extranjeros que viven en Alemania se sitúa en torno al 29%.
Al mismo tiempo, como venía ocurriendo en los años anteriores, se ha reducido el número de inmigrantes de origen germánico procedentes del este de Europa (195.749, 20.725 menos que en 1996). Éstos, sin embargo, no se consideran extranjeros. Según la Ley Fundamental, se les reconoce automáticamente la nacionalidad alemana.
Por otro lado, en 1997 hubo en Alemania un total de 812.200 nacimientos, un 2% más que el año anterior. Pese a este aumento, el número de defunciones superó en 48.000 al de nacimientos.
Debido a todos estos cambios, se ha frenado el crecimiento de la población alemana: en 1997 la tasa fue del 0,1%, frente al 0,2% de 1996 y al 0,3% de 1995. En 1997 la población era de 82 millones de habitantes.
Según el presidente del Instituto Federal de Estadística, Johann Hahlen, se prevé que en las próximas décadas la población alemana disminuya y, sobre todo, que envejezca «drásticamente». Los mayores de 60 años son actualmente el 21% de la población alemana; en el 2040 serán un tercio del total. Hahlen calificó de «muy segura» la posibilidad de que dentro de cuatro décadas, por cada cien habitantes de la llamada «generación media» (20-59 años), haya un total de 76 que superen los 60 años de edad.
Vicente Poveda