El periódico Deutsche Tagespost (Würzburg, 6-II-99) ha publicado un artículo de Stefan Rehder sobre el médico, historiador y escritor alemán Peter Berglar (1919-1989), con ocasión del décimo aniversario de su muerte y la reedición de dos de sus últimas obras: La hora de Tomás Moro y Pedro.
La biografía histórica era para Peter Berglar lo que la novela para Thomas Mann. Con ella alcanzó una verdadera maestría. (…) Algunas de sus obras (…) siguen imprimiéndose hoy en día con grandes tiradas (…). Casi todos los personajes de Berglar son figuras claves en la historia: hombres y mujeres que vivían en tiempos de cambio y que eran conscientes de ello. Todos ellos le fascinaban.(…) Aunque, debido a su propia naturaleza, tuviera predilección por personajes poco comunes, nunca llegó a perder los estribos con ninguno y siempre los contempló con la distancia crítica propia de un científico.
(…) Una mirada a la trilogía escrita por Berglar al final de su vida nos muestra qué clase de hombre se aproximaba más a sus intereses. Se trata de las biografías de tres santos que constituyeron figuras carismáticas en la Iglesia y cuya vida muestra lo que puede llegar a ser el hombre que sigue la llamada de Dios: coronación de la creación, libre pero no independiente, sometido al tiempo y al espacio y, pese a todo, responsable de sus propios actos. Cada uno de los tres personajes ha transmitido a su manera esta ansiedad a generaciones enteras y ha glorificado a Dios con su vida, dando respuesta al gran amor de aquel que Berglar llama «Señor de la Historia». La hora de Tomás Moro (1978), Opus Dei. Vida y obra de Josemaría Escrivá (1983) y Pedro (aparecido póstumamente en 1991, con un prólogo del Card. Joseph Ratzinger) constituyen lo mejor del legado que Peter Berglar nos ha confiado.
Antes de que apareciera su libro sobre San Pedro, el entonces director del Deutsche Tagespost, Harald Vocke, calificó «el extenso estudio sobre la Prelatura del Opus Dei y su fundador como la obra más característica de su autor». Esto es relevante, ya que Berglar era miembro del Opus Dei y así lo menciona en la introducción de su libro, que ha alcanzado gran difusión en España, Francia e Inglaterra, además de Alemania. El que recuerde todavía el comienzo de los años ochenta en Alemania podrá imaginarse a qué riesgo se exponía en la opinión pública un escritor de su talla. Por aquel entonces, el entusiasmo causado por la elección de Juan Pablo II se convirtió en odio y malicia y se inició una caza sin piedad contra todo aquello que significara lealtad al Romano Pontífice. (…