En Estados Unidos, una reforma reciente de la ley agrícola ha reabierto el debate sobre los cupones de comida (food stamps). Los republicanos de la Cámara de Representantes se quejan de que casi 48 millones de personas se benefician de un programa que fue pensado para ayudas de emergencia a los pobres. Pero los partidarios alegan que los bonos son una parte esencial de la red de seguridad social, sobre todo en momentos de crisis económica.
No es extraño que la recesión haya elevado el número de beneficiarios del Programa de Asistencia Alimentaria Complementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) hasta su máximo histórico: el porcentaje de la población que recibe los cupones ha pasado del 8,7% en 2007 al 15,2% en 2013, incluidos niños y person…
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