En Estados Unidos, varias escuelas públicas mixtas están separando alumnos y alumnas en algunas clases para mejorar los resultados académicos y la disciplina. Al margen de la ley, buscan vías intermedias dentro de la coeducación.
Según Newsweek (24-VI-96), este tipo de experimento se está desarrollando en distritos de más de una docena de Estados -Tejas, Colorado, Michigan y Georgia, entre otros-. La mayoría de los cambios pretenden que las alumnas consigan mejores resultados en ciencias y matemáticas, y que los varones trabajen con más disciplina. Se conocen pocos datos sobre esta iniciativa, según la revista, por la cautela de las escuelas, que evitan llamar la atención sobre lo que podría no ser legal. De hecho, la ley federal no permite separar a los alumnos de escuelas públicas según el sexo, salvo en clases de deporte, de canto, sobre la sexualidad humana y en las clases especiales para alumnos retrasados.
Estos experimentos se fundan en parte en el informe que publicó hace cuatro años la Asociación Americana de Mujeres Universitarias (AAUW), según el cual las clases mixtas de matemáticas en los colegios públicos no benefician a las niñas. La intención de la AAUW era impulsar la coeducación, no desmantelarla.
Pero la investigación mostró que, en las escuelas exclusivamente femeninas, las niñas tenían más confianza en sí mismas y obtenían mejores resultados. Según Bonnie Wood, profesora de la Universidad de Maine, el número de chicas que seguían clases de álgebra por separado y luego estudiaron en la universidad Química o Física, duplica el de las que tenían clases mixtas.
Sin embargo, para Valerie Lee, investigadora de la Universidad de Michigan, las clases separadas en colegios mixtos «son una respuesta falsa a un problema complejo». Y los más críticos consideran que la separación es un paso atrás en la lucha por la equidad entre los sexos, ahora que las mujeres se estaban integrando en escuelas predominantemente masculinas.